El mes pasado, mi esposa y yo estuvimos en una conferencia en Asia con algunos amigos del ministerio de Visión para Vivir. Al llegar a Atenas, nos encontrábamos cerca de Corinto, uno de los sitios donde el apóstol Pablo ministró durante sus viajes. Cualquiera que visita la plaza de Corinto observará una plataforma de piedras labradas: el tribunal de juicio de la ciudad. Hace veinte siglos, Pablo estuvo en ese mismo lugar cuando el gobernador romano Galión se sentó en el tribunal (Hechos 18:12-17).
Cuando Pablo luego escribió a los creyentes de Corinto, comparó su comparecencia en el tribunal de juicio de Corinto con la comparecencia que cada cristiano tendrá ante el "tribunal de Cristo" (2 Corintios 5:10). En ese momento no habrá un juicio por el pecado ya que el pecado fue juzgado en la cruz. Más bien será un juicio para determinar nuestros galardones basados en la forma en la que hemos seguido a Cristo. Ese día, Jesús examinará y revelará nuestros motivos y la calidad de nuestro servicio (1 Corintios 3:10 -15; 4-5)
Mi mente me llevó al pasado cuando le pedí a mi hermana Lucy que tiene un talento muy especial, que escribiera en una tarjeta pequeña la siguiente pregunta: ¿Cuál es tu motivación?
Aunque ya no tengo esa tarjeta, la pregunta sigue manteniéndose indeleble en mi mente. Casi todos días me hago esa pregunta y ha sido vital en mi vida.
¿Por qué estoy planeando esto?
¿Por qué estoy involucrado en esto?
¿Por qué dije que sí o que no?
¿Por qué escribí esa carta?
¿Por qué estoy escribiendo este mensaje?
¿Por qué respondí así?
¿Por qué mencioné el nombre de esa persona?
Todas esas preguntas me exigen a pensar en mi motivación. Otra pregunta más. ¿Por qué hacemos lo que hacemos en el ministerio de Visión para Vivir? ¿Cuál es nuestra motivación? La puedo responder en pocas palabras: Para que las vidas sean transformadas. Esa es la razón. Lo que empezó como un grupo pequeño de estaciones hace más de ______años ha crecido por la gracia de Dios y nuestro propio asombro. Ahora somos un ministerio evangelístico internacional que lleva la Palabra de Dios alrededor del mundo a todo hispanohablante. ¡Es algo emocionante!
Esa motivación que Dios nos ha dado para hacer lo que hacemos es lo que ha nos motiva en Visión Para Vivir.
Queremos enseñar la Biblia y ayudar a otros a enseñar la Biblia en otros países hispanohablantes. Para lograr eso necesitamos ______________ por encima de nuestros donativos normales en los próximos meses. Es una gran tarea pero vale la pena. ¿Por qué? Porque estamos colocando el fundamento esencial de un ministerio que durará muchos más años que nosotros. ¿Cuál es la motivación detrás de nuestra visión?\ Enseñar la Biblia para que las vidas sean transformadas alrededor del mundo.