Alégrense tu padre y tu madre, Y gócese la que te dio a luz. Proverbios 23:25
No hay papel más influyente y poderoso en la tierra que el de la madre. Significativas como pueden ser las figuras públicas políticas, militares, educativas, o religiosas, ninguna puede compararse al impacto que ejercen las madres. Sus palabras nunca se olvidan por completo, su toque deja una impresión indeleble y el recuerdo de su presencia dura toda la vida. . . .
Abraham Lincoln tenía razón: “Nadie es pobre si tiene una madre santa.” En lugar de atascarnos en lo negativo y recalcar cuánto se han alejado muchas madres de este magnífico llamamiento para forjar el futuro de nuestra nación, quiero presentar un desafío positivo. Señoras, esta es su hora . . . ¡su oportunidad distintiva para remontarse! Una asociación matrimonial armoniosa, y una dedicación sólida, desprendida, a su papel de madres nunca han sido de mayor importancia para usted o, a propósito, para nuestra nación. ¡Hablando de un desafío digno de su esfuerzo! A pesar de lo que tal vez haya oído, este papel es el más digno, el más influyente y el más satisfactorio de todo el mundo.
Tomado de Charles R. Swindoll, Sabiduría para el Camino (Nashville: Grupo Nelson, 2008). Copyright © 2008 por Charles R. Swindoll, Inc. Mundialmente reservados todos los derechos.